El «Tono en la cima» es un término utilizado por los auditores para describir el elemento más importante para promover la honestidad en una empresa, así como la integridad de sus controles financieros internos. La junta está en la cima de la jerarquía corporativa y debería, junto con el CEO, establecer el tono para el comportamiento corporativo en general y para la gobernanza corporativa en particular.

Tono equivocado en la cima

La codicia corporativa en el nivel ejecutivo ha destruido cientos de empresas, agotado las inversiones de los accionistas y dejado a empleados inocentes sin trabajo. Estos individuos representan solo un pequeño porcentaje de los ejecutivos que han abusado de sus posiciones de poder para comprometer el fraude corporativo. Estos ejecutivos estaban enviando un mensaje claro a sus empleados de que cometer fraude es aceptable siempre y cuando haga que la compañía parezca rentable.

Obviamente, estaban estableciendo el tono equivocado en la cima.

La relación entre el tono en la cima y el fraude en la organización se ha convertido en un aspecto importante para los ejecutivos en las compañías. Sin embargo, no hay líneas claras en las reglas regulatorias o los estándares contables que definan exactamente qué debería ser el tono en la cima. Si bien se alienta cierto comportamiento ético, muchos ejecutivos no se dan cuenta de que establecer el tono correcto es, de hecho, fundamental para el éxito de la organización.

Cuando los empleados son testigos del tono laxo en las oficinas ejecutivas, pueden interpretarlo como una aprobación corporativa para asumir más riesgos, incluso cruzando la línea del fraude, siempre y cuando pudiera dirigir razonablemente a mayores ganancias.

Factores de comportamiento fraudulento

El Comité de Organizaciones Patrocinadoras de la Comisión Treadway (COSO), informó sobre los factores causales que conducen a comportamientos fraudulentos y a fraude financiero. Según COSO, el tono en la cima juega un papel crucial en la creación de la conciencia de control de una organización, que es capaz de llevar a los empleados a un nivel ético de conducta más elevado.

Una filosofía de gestión y un estilo operativo que otorgan gran valor a la evaluación de riesgos y al control interno. Maneras de resolver las diferencias internas, como un foro para discutir y resolver diferencias de opinión entre la dirección y los empleados. Un ambiente de control positivo es una gran parte de mantener un control interno efectivo. Más que cualquier otro individuo, grupo o función en la organización, el director ejecutivo establece el tono en la cima que afecta los factores relacionados con el ambiente de control y otros componentes del control interno.

Una política ética de la organización debe incluir una clara articulación de las consecuencias del comportamiento poco ético. De acuerdo con la estructura COSO de Control Interno de 1992, la junta de directores y el comité de auditoría también juegan un papel en establecer el tono en la cima. Los principales factores para establecer el tono son asegurarse de que exista un sistema adecuado de control interno y establecer una cultura corporativa basada en la integridad y la honestidad.

Desafíos del tono en la cima

Establecer políticas y procedimientos claros en el entorno interno, puede ayudar a la alta dirección y a la junta a establecer una cultura que promueva un tono eficaz en toda la organización. Cuando aquellos en posiciones superiores establecen el ejemplo equivocado al cortar esquinas o cometer fraude, sus empleados son propensos a seguir sus pasos, creando una cultura organizacional de fraude. Cuando los ejecutivos ponen presión en los empleados para alcanzar objetivos poco realistas, los empleados a menudo se enfrentan a la elección de hacer lo que sea necesario, adecuado o no, para lograr esos objetivos, o tomar medidas que saben que no darán lugar a los resultados que sus jefes están buscando. Los empleados que se enfrentan a esta elección pueden sentir que el fin justifica los medios.

Soluciones

Para reducir el riesgo de fraude y establecer y mantener un buen tono, COSO recomendó que aquellos en posiciones de alta dirección se comuniquen con los empleados sobre lo que se espera de ellos. Lideren con el ejemplo, proporcionen un mecanismo seguro para informar violaciones y premien la integridad.

Algunos creen que la única forma de abordar los problemas relacionados con el tono en la cima es hacer cambios personales. Para que los empleados crean que la organización valora el informe de violaciones éticas, es necesario que la gerencia demuestre un compromiso con esos principios. La integridad debe integrarse en los sistemas de evaluación del desempeño para que los empleados éticos sean recompensados de la misma manera que se recompensa a los empleados por alcanzar objetivos financieros u operativos.

Todas estas actividades, cuando son apoyadas por la junta y realizadas concienzudamente, establecen el tono adecuado y ayudan a reducir el riesgo de fraude.

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